
El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha dedicada a impulsar los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, así como a sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan en su vida diaria.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, destacó la importancia de no dejar a nadie atrás, recordando que más de 1.300 millones de personas con discapacidad en el mundo enfrentan discriminación sistémica y barreras que limitan su inclusión. Guterres subrayó que estamos a mitad de camino en la implementación de la Agenda 2030, por lo que instó a la comunidad global a trabajar conjuntamente con las personas con discapacidad para lograr una verdadera igualdad.
La discapacidad, un concepto en constante evolución, ha pasado de una perspectiva centrada en las limitaciones individuales (modelo biomédico) a una que prioriza la eliminación de barreras físicas, sociales y actitudinales (modelo social). Desde este enfoque, se considera que la discapacidad surge cuando una persona con una deficiencia física, mental, sensorial o intelectual interactúa con obstáculos que restringen su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás.
Las personas con discapacidad representan la minoría más amplia en el mundo y enfrentan mayores dificultades para acceder a la educación, el empleo y otros recursos fundamentales. Esto se debe, en parte, a la falta de accesibilidad en el entorno físico e informativo, a la discriminación social y a una legislación insuficiente. Además, son más vulnerables a situaciones de violencia, especialmente los niños y personas con discapacidades mentales.
Es fundamental derribar estas barreras, pues está comprobado que, al garantizar la inclusión, las personas con discapacidad pueden aportar de manera activa y productiva a la sociedad.
Aprobada en 2006 y respaldada por 180 países, la Convención establece que la accesibilidad y la inclusión son derechos fundamentales. Exige a los Estados implementar medidas para eliminar los obstáculos y garantizar que las personas con discapacidad puedan vivir de manera independiente y participar activamente en el desarrollo social.