
Cada 21 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha destinada a resguardar y proteger los distintos idiomas y dialectos que existen en el mundo.
En 2025, esta celebración cumple 25 años, destacando un cuarto de siglo de iniciativas para preservar la diversidad lingüística y fomentar el uso de la lengua materna.
Con motivo de esta conmemoración, la UNESCO organizará un evento especial en su sede los días 20 y 21 de febrero bajo el título «Las lenguas importan: Celebración del aniversario de plata del Día Internacional de la Lengua Materna».
La propuesta para establecer esta conmemoración surgió en Bangladesh y fue aprobada por la UNESCO en 1999. Desde el año 2000, se celebra anualmente en todo el mundo. En 2007, la Asamblea General de la ONU proclamó 2008 como el Año Internacional de los Idiomas.
¿Qué es la lengua materna?
La lengua materna es el primer idioma que una persona aprende desde su nacimiento y que se convierte en su principal medio de comunicación. Cuando alguien adquiere otro idioma más adelante en la vida, este se considera su segunda lengua.
Esta fecha rinde homenaje al pueblo de Bangladesh, donde, en 1952, ciudadanos que conmemoraban el Día del Movimiento de la Lengua Bengalí fueron reprimidos por el ejército de Pakistán, resultando en numerosas víctimas fatales. A pesar de ello, el pueblo bengalí continuó defendiendo su derecho fundamental a expresarse en su idioma.
La desaparición de lenguas en el mundo
A nivel global, muchas lenguas y dialectos están en peligro de extinción. Investigaciones recientes estiman que cada dos semanas desaparece un idioma, lo que representa una grave pérdida de patrimonio cultural.
Proteger los derechos de las comunidades multilingües es una prioridad, ya que la lengua no solo es un medio de comunicación, sino también un vínculo con la identidad cultural y la diversidad global. Se calcula que aproximadamente el 45 % de las lenguas en el mundo están en riesgo de desaparecer.
Consciente de la importancia de la diversidad lingüística, la UNESCO creó en 2006 un equipo interdisciplinario para proteger los idiomas en los cinco continentes y promover el plurilingüismo. Además, estableció una red de centros de coordinación lingüística con el propósito de impulsar el uso de las lenguas como parte del patrimonio cultural e intelectual de la humanidad.
En un mundo donde la globalización avanza rápidamente, es fundamental garantizar la preservación de las lenguas, ya que representan un elemento esencial de la identidad y la historia de los pueblos. Según datos recientes, de las aproximadamente 6.600 lenguas habladas en el planeta, un alto porcentaje está en riesgo de desaparición.