
El 25 de enero conmemoramos el Día del Café Irlandés, una festividad que ha trascendido fronteras desde sus comienzos en Estados Unidos. En esta ocasión, exploraremos los acontecimientos que dieron origen a esta singular tradición culinaria.
El inicio de esta celebración se remonta al aeropuerto de Shannon en Irlanda, donde un grupo de viajeros exhaustos quedó cautivado por una innovadora mezcla de café, azúcar, whisky irlandés y nata de leche.
Stanton Delaplane, un escritor que experimentó el deleite en sus viajes, encendió la chispa de esta festividad al introducirla en Estados Unidos.
En noviembre de 1952, el Buena Vista Cafe en San Francisco se convirtió en el epicentro oficial del Día del Café Irlandés.
La proeza más desafiante fue lograr que la nata flotara sobre el café, una técnica perfeccionada después de extensas pruebas y un viaje a Irlanda para estudiar las técnicas locales. Irónicamente, esta celebración floreció en Estados Unidos, no en su tierra natal irlandesa.
Con el paso de los años, el Día del Café Irlandés ha evolucionado en una celebración anual que brinda una experiencia culinaria reconfortante durante los días fríos.
En resumen, esta festividad representa una encantadora fusión de sabores y culturas que ha conquistado los gustos de personas en todo el mundo.