
El 5 de febrero se conmemora en México el Día de la Constitución, una fecha significativa que recuerda la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en 1917. Este documento es la base legal que rige al país y sentó las bases para su desarrollo político, social y económico.
La Constitución de 1917 se destacó por su carácter innovador, ya que incorporó reformas en diversas áreas, como los derechos laborales, la educación y la organización del Estado. Fue el resultado del esfuerzo de distintos grupos y líderes revolucionarios que, tras la Revolución Mexicana, buscaban un gobierno más equitativo y democrático.
Este texto constitucional definió los principios fundamentales del Estado mexicano, estableciendo la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además de garantizar derechos esenciales para todos los ciudadanos. También abordó temas clave como la reforma agraria, la regulación laboral y la educación, asegurando un marco normativo para la construcción de un país más justo.
El Día de la Constitución es una ocasión para celebrar y reflexionar sobre los valores democráticos y los derechos de los ciudadanos.
Asimismo, esta fecha invita a analizar los desafíos actuales en la aplicación y cumplimiento de la Constitución. Es un recordatorio de la responsabilidad ciudadana en la participación política y social para fortalecer la democracia y sus principios fundamentales.
La Constitución de 1917 es un pilar en la historia de México, estableciendo los principios que rigen la estructura del gobierno y la sociedad. Sus aspectos más relevantes incluyen:
Derechos fundamentales: Garantiza libertades como la de expresión y asociación, la igualdad ante la ley, el derecho a la educación y al trabajo digno, así como la propiedad privada.
División de poderes: Distribuye las funciones del Estado entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, evitando la concentración de autoridad y promoviendo el equilibrio político.
Soberanía nacional: Reconoce al pueblo mexicano como la fuente del poder y establece el sistema de elecciones libres y periódicas para elegir a sus gobernantes.
Reformas laborales y sociales: Introdujo medidas para proteger a los trabajadores, como la jornada laboral de ocho horas, el derecho a huelga y la regulación de condiciones laborales.
Reforma agraria: Sentó las bases para la redistribución de tierras, garantizando el acceso y la protección de los derechos de campesinos y comunidades indígenas.
Nacionalización de recursos: Declaró que los recursos naturales, como el petróleo, pertenecen a la nación, facilitando su control y administración por parte del Estado.
Educación pública y laica: Estableció la gratuidad y obligatoriedad de la educación primaria, asegurando el acceso a la enseñanza sin distinciones religiosas.
A lo largo de los años, la Constitución ha sido modificada con diversas reformas, pero sus principios fundamentales han permanecido vigentes. Su legado sigue siendo un referente de derechos humanos, justicia social y democracia, tanto en México como en otros países.