Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, fue arrestado por agentes de la DEA y el FBI en un aeropuerto privado en El Paso, Texas. Junto con él, también fue detenido Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de «El Chapo».
Aunque circulan versiones extraoficiales de que ambos se entregaron a las autoridades, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, confirmó que fueron capturados.
Según The Wall Street Journal, El Mayo fue arrestado después de que un miembro del Cártel de Sinaloa lo engañara para que viajara a Estados Unidos.
El funcionario citado mencionó que Zambada creyó que iba a inspeccionar aeródromos clandestinos en México, pero fue llevado a Texas, donde él y Guzmán fueron detenidos. Zambada será trasladado a Nueva York y Guzmán a Chicago, enfrentando múltiples cargos por liderar las operaciones criminales del cártel, incluidas redes de fabricación y tráfico de fentanilo.
El Mayo inició su carrera delictiva a los 16 años, manteniendo un bajo perfil, y en México tenía dos órdenes de aprehensión. Por su parte, Guzmán López comenzó a ascender en el cártel tras el encarcelamiento de su padre, y Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares por su captura.
La detención de ambos se suma a la lista de líderes del Cártel de Sinaloa arrestados por el Departamento de Justicia, destacando la lucha contra el fentanilo, considerada la amenaza de drogas más letal en Estados Unidos.
Fuentes de seguridad confirmaron que Zambada y Guzmán se entregaron a la DEA, y los medios informan que el arresto se llevó a cabo después de una operación conjunta con el FBI que duró meses.
Se destaca que Zambada, cofundador del cártel, es uno de los narcotraficantes más importantes en la historia de México, con conexiones en los niveles más altos de la policía federal y el Ejército de México.