Por primera vez, las autoridades sanitarias del condado de Los Ángeles reportaron la detección de una cepa de mpox más severa que las observadas anteriormente, lo que ha encendido alertas de salud pública ante su potencial de transmisión más alta.
La cepa fue confirmada mediante estudios genéticos y análisis epidemiológicos realizados por el Departamento de Salud del condado en coordinación con agencias estatales y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
El mpox, antes conocido como viruela del mono, pertenece a la familia de los orthopoxvirus y causa una enfermedad parecida a la viruela, aunque menos letal. Desde 2022, el clado II (IIb) ha sido el predominante en Estados Unidos, asociado con cuadros leves; sin embargo, el clado I, más frecuente en África central y oriental, se vincula con mayor severidad y tasas de mortalidad más altas.
El caso reciente en Los Ángeles corresponde al clado I y se trata de un residente adulto sin antecedentes de viaje a zonas donde circula esta variante, lo que indica la primera transmisión local en el país. El paciente, que inicialmente fue hospitalizado, se recupera en casa bajo observación médica.
Las autoridades locales, estatales y federales han activado protocolos de rastreo de contactos, vigilancia genómica y monitoreo clínico reforzado.
El clado I puede generar erupciones más extensas, lesiones profundas y, en algunos casos, complicaciones sistémicas, además de una posible mayor facilidad de transmisión entre contactos cercanos, incluso fuera del contexto sexual. Aun así, no se ha identificado una propagación comunitaria amplia, y el riesgo general se mantiene bajo.
Antes de este hallazgo, el condado ya había registrado un aumento de casos: en septiembre de 2024 se duplicaron las cifras, al pasar de 24 a 52 nuevos casos en un mes. El Departamento de Salud de Los Ángeles había advertido sobre una posible cepa más agresiva, lo que ahora se confirma con la presencia del clado I.