
El senador Marco Rubio, designado por el presidente electo Donald Trump como próximo secretario de Estado, destacó este miércoles la importancia de trabajar «en cooperación con México» para combatir los cárteles, los cuales, según afirmó, ejercen un «control operativo» sobre amplias zonas fronterizas.
Durante su audiencia de confirmación ante el Senado, Rubio calificó la posibilidad de declarar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras como una «herramienta imperfecta», pero no descartó su uso. «Sea esta la herramienta adecuada o alguna otra que podamos desarrollar, es crucial no solo perseguir a estos grupos, sino también identificarlos y reconocerlos como lo que son: terroristas», afirmó.
Respecto a la opción de usar la fuerza contra los cárteles, Rubio señaló que dicha decisión recaería en el presidente Trump, aunque reconoció que no sería competencia directa del Departamento de Estado. «Preferiría optar por la cooperación con México en este tema, ya que afecta tanto a su país como al nuestro, incluyendo su soberanía y procesos políticos», agregó.
Rubio, quien prometió una política exterior centrada en los intereses de Estados Unidos, es conocido por su postura firme frente a China y su apoyo incondicional a Israel. Su confirmación como secretario de Estado parece asegurada, contando con respaldo bipartidista, un contraste frente a otros nominados de Trump que han enfrentado críticas incluso dentro del Partido Republicano.
En su comparecencia, Rubio abordó temas clave de política exterior, destacando la necesidad de fortalecer la posición de Estados Unidos en un mundo que describió como «sumido en el caos». Subrayó que un liderazgo estadounidense sólido es indispensable para restaurar el orden global.
Hijo de inmigrantes cubanos y con fluidez en español, Rubio sería el primer hispano en ocupar el cargo de máximo diplomático del país. Durante su audiencia, enfrentó interrupciones de manifestantes que mencionaron sanciones impuestas por Estados Unidos a países como Nicaragua, Venezuela y Cuba. Rubio respondió con humor al incidente, destacando la diversidad lingüística de los manifestantes.
Rubio también reafirmó su postura crítica hacia China, condenando sus violaciones a los derechos humanos y resaltando la necesidad de que Estados Unidos intensifique sus esfuerzos para competir con Beijing. Su firme respaldo a los movimientos democráticos en Hong Kong lo llevó a ser sancionado por el gobierno chino en 2020, lo que lo convertiría en el primer secretario de Estado con restricciones activas de viaje por parte de China.