
La ciencia podría dar un gran paso en la predicción de grandes sismos y anticiparlos al menos dos horas, lo cual salvaría muchísimas vidas.
En un estudio publicado por la revista Science señala que mediante el análisis de datos de series temporales de GPS de casi 100 grandes terremotos en todo el mundo, se reveló la evidencia de una posible fase precursora que ocurre dos horas antes de una ruptura sísmica.
Esta teoría abre la puerta a la idea de que la predicción de terremotos a corto plazo, teniendo la oportunidad de adelantarlos desde minutos a meses previos a que se produzcan depende de una señal geofísica precursora definitiva y observable.
“Si se puede confirmar que la nucleación de terremotos a menudo implica una fase precursora de una hora, y se pueden desarrollar los medios para medirla de manera confiable, se podría emitir una advertencia de precursor”, dijo Roland Bürgmann, profesor de la Universidad de California y autor del estudio.
Los científicos detrás del estudio usaron datos de GPS para analizar los cambios en la posición horizontal que ocurren en más de tres mil estaciones geodésicas de al menos 90 terremotos reportados a lo largo de este siglo, de al menos una magnitud mayor a 7.0.
Los hallazgos sugieren que los movimientos horizontales de las estaciones geodésicas «se aceleraron exponencialmente» en una dirección consistente con la forma en que un lento deslizamiento de las fallas tectónicas comienza a ocurrir un par de horas cerca de donde golpeará el epicentro de un terremoto.
En otras palabras, los datos del GPS podrían usarse para medir el comienzo de un deslizamiento de fallas que eventualmente conduciría a un gran terremoto hasta dos horas antes de las primeras sacudidas sísmicas.
Sin embargo, el estudio enfatiza que tiene sus reservas. En particular, que no todos los deslizamientos lentos de fallas conducen a grandes terremotos, y no todos los terremotos importantes están precedidos por deslizamientos lentos de fallas.
Mientras la ciencia avanza en este tema, por ahora, la preparación social con simulacros y las medidas de construcción siguen siendo la mejor defensa contra estas fuerzas impredecibles de la naturaleza.