Rodrigo Paz asumió la presidencia de Bolivia, poniendo fin a casi 20 años de gobiernos del Movimiento al Socialismo. El nuevo mandatario, de orientación centroderechista, inicia su gestión en medio de escasez de dólares y combustibles, con una inflación cercana al 19% y reservas internacionales debilitadas.
Paz, electo con casi 55% de los votos, ha prometido reducir los subsidios a combustibles y aplicar un modelo económico “pro mercado” enfocado en la formalización y la simplificación tributaria. Sin embargo, deberá gobernar sin mayoría legislativa y enfrentar posibles protestas de sindicatos y movimientos sociales.
En política exterior, su administración buscará atraer inversiones y fortalecer acuerdos en sectores como litio, gas y agroindustria, además de reactivar alianzas comerciales y financieras. La asunción contó con la presencia de delegaciones internacionales y mandatarios de la región.