
Ismael «El Mayo» Zambada tuvo su primera audiencia el 18 de octubre de 2024 ante el juez Brian Cogan, quien recientemente condenó a Genaro García Luna a más de 38 años por sus vínculos con el cártel de Sinaloa. El juez consideró el caso de Zambada como complejo, y la fiscalía solicitó la posibilidad de aplicar la pena de muerte si se le declara culpable.
En la Corte de Brooklyn, los fiscales compararon el caso de Zambada con el de Joaquín «El Chapo» Guzmán, sentenciado a cadena perpetua, pero señalaron que el caso de Zambada es más grave por su implicación en el tráfico de fentanilo y su actividad delictiva hasta su arresto en 2024. Por ello, afirmaron que el capo mexicano es candidato a la pena de muerte por ser parte de una organización criminal continua.
A diferencia de El Chapo, Zambada no fue extraditado desde México, sino que llegó directamente a Estados Unidos tras ser traicionado por Joaquín Guzmán López, conocido como El Güero.
Zambada compareció junto a sus abogados, entre ellos Frank Pérez, quien también representó a su hijo, Vicente Zambada Niebla, ahora colaborador de las autoridades estadounidenses. Este hecho generó preocupación por un posible conflicto de interés, algo que el juez Cogan ordenó analizar antes de la próxima audiencia, programada para el 15 de enero de 2025.
Durante la audiencia, Zambada se mostró en mejores condiciones físicas que en su detención, ya que caminó, aunque con dificultad, en lugar de estar en silla de ruedas. Con 76 años, lucía el cabello y la barba crecidos, ocultando sus canas con tinte.
Zambada no habló en la audiencia, limitándose a escuchar a los fiscales y tomar notas, mientras intercambiaba miradas y sonrisas con su abogado. Permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn bajo estrictas medidas de aislamiento, similares a las aplicadas a El Chapo.
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