
El secretario de Salud, David Kershenobich, advirtió que el consumo frecuente de bebidas azucaradas incrementa de manera considerable el riesgo de padecer trastornos como ansiedad y depresión. Precisó que quienes ingieren cuatro porciones al día presentan entre un 30 y 40 por ciento más probabilidades de desarrollar estos padecimientos, por lo que insistió en la importancia de evitar que niñas, niños y adolescentes tengan acceso a ellas.
Durante la conferencia presidencial matutina, señaló que los hábitos familiares influyen directamente: cuando los adultos consumen este tipo de bebidas en casa, los menores de edad duplican la posibilidad de hacerlo, y en el caso de los adolescentes, el riesgo llega a multiplicarse hasta por nueve.
Kershenobich explicó que estas bebidas alteran el estado de ánimo debido a los picos de glucosa que generan, los cuales producen un aumento temporal de energía y euforia, seguido por una caída que provoca cansancio, irritabilidad y antojos. Además, destacó que el azúcar activa sustancias químicas en el cerebro relacionadas con el placer, de manera semejante a lo que ocurre con drogas como el tabaco o el alcohol, lo que lleva a un consumo repetido y a la necesidad de cantidades cada vez mayores para obtener el mismo efecto.
Recordó también que en México se registraron 118 mil muertes en 2021 asociadas a un índice de masa corporal elevado, consecuencia en gran parte del consumo excesivo de azúcares, lo que representó el 10.6 por ciento del total de defunciones en el país.