
El gobierno de Estados Unidos dio a conocer un informe preliminar sobre el accidente del buque escuela Cuauhtémoc, que se impactó contra el puente de Brooklyn el pasado 17 de mayo. Según el reporte de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), los daños a la embarcación superan el medio millón de dólares, aunque aún no se ha determinado la causa del incidente.
Durante el accidente, el buque transportaba a 277 personas. Lamentablemente, dos cadetes —América Yamileth Sánchez (20 años) y Adal Jair Maldonado (23)— perdieron la vida, y otras 19 personas resultaron lesionadas. El informe, difundido este lunes, señala que los daños materiales ascienden a más de 500 mil dólares, sin que se precise qué originó el percance.
El impacto causó la rotura o deformación de las partes superiores de los tres mástiles (trinquete, mayor y mesana), mientras que el poste del timón resultó dañado y quedó orientado hacia el lado de babor en un ángulo perpendicular al barco.
El informe se limita a describir la secuencia de los hechos entre las 20:19 y las 20:27 horas del 17 de mayo. En ese lapso, el Cuauhtémoc salió del muelle con apoyo de un remolcador y se desplazó en reversa hasta colisionar con un dique en la orilla este del río. Durante esos minutos, su velocidad aumentó de 3.3 a 5.1 nudos, y en el momento del impacto alcanzaba 5.9 nudos.
Previo a la maniobra, el capitán declaró que tanto el sistema de propulsión como el de gobierno funcionaban correctamente, sin fallas. Tanto él como los dos pilotos involucrados fueron sometidos a pruebas de alcohol y drogas, las cuales resultaron negativas.
El Cuauhtémoc había zarpado de Cozumel el 3 de mayo y arribó a Manhattan el día 13. Permaneció allí cuatro días como parte de un viaje de instrucción de 254 días que incluye 22 puertos en 15 países. Antes de partir rumbo a Reikiavik, Islandia, planeaba hacer una parada técnica en un fondeadero de Brooklyn.
Las autoridades locales informaron que el puente de Brooklyn, uno de los íconos turísticos de Nueva York, no registró daños estructurales importantes tras el choque.
Después del accidente, el buque fue remolcado a un astillero cercano para iniciar las reparaciones.
La NTSB continuará la investigación, enfocándose en revisar el sistema de propulsión, los controles operativos, la experiencia y entrenamiento de la tripulación, así como los procedimientos institucionales aplicados durante el zarpe.