
La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra Valeri Guerasimov, jefe del Estado Mayor ruso, y Serguéi Shoigú, exministro de Defensa, por presuntos crímenes en Ucrania.
La CPI acusa a ambos de dirigir ataques contra bienes civiles y causar daños excesivos a la población civil, además de cometer «actos inhumanos» en Ucrania.
La CPI sostiene que existen pruebas razonables para creer que los sospechosos son responsables de bombardeos con misiles contra infraestructuras eléctricas ucranianas entre el 10 de octubre de 2022 y el 9 de marzo de 2023.
Estos ataques habrían estado dirigidos a bienes civiles, con daños desproporcionados en comparación con el resultado militar esperado.
En marzo del año pasado, la CPI ya había emitido una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin. Rusia respondió rápidamente a la reciente decisión contra Shoigú, calificándola de «insignificante».
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, señaló que esta decisión es una clara señal de que la justicia por los crímenes rusos contra los ucranianos es inevitable. La CPI, que no tiene fuerzas de seguridad propias, depende de los sistemas judiciales de sus 124 países miembros para ejecutar sus órdenes de arresto.
Teóricamente, cualquier persona con una orden de arresto debería ser detenida si viaja a uno de estos Estados miembros.
Putin ha viajado a varios países que no son miembros de la CPI, evitando asistir a un encuentro de los BRICS en Sudáfrica, país que tendría que ejecutar la orden del tribunal. La CPI fue creada en 2002 para investigar crímenes de guerra y contra la humanidad, y en septiembre pasado abrió una oficina en Kiev como parte de los esfuerzos para responsabilizar a las fuerzas rusas por posibles crímenes de guerra.
En marzo de 2023 se estableció en La Haya un centro internacional para investigar estos crímenes.
Además de Putin, la CPI también emitió una orden de arresto contra Maria Lvova-Belova, comisionada rusa para la infancia, por la presunta deportación de miles de niños ucranianos a Rusia. Otros oficiales rusos, como Serguéi Kobylash y Viktor Sokolov, también son objeto de órdenes de arresto por parte de la CPI.