
El 7 de junio de cada año se celebra en nuestra nación el Día de la Libertad de Expresión, una fecha establecida en 1951 por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés, en colaboración con editores de diversos periódicos, con el propósito de resaltar la importancia de una prensa libre e independiente en la democracia mexicana.
La libertad de expresión, consagrada en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y respaldada por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es un derecho fundamental para la humanidad.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la libertad de expresión y de prensa son derechos fundamentales que permiten acceder a otros, como el derecho de las audiencias, destacando la relevancia de proteger y fomentar la pluralidad de ideas, la ética en la comunicación y la democratización de los medios, incluyendo tanto los tradicionales como los digitales y las redes sociales.
La libertad de expresión implica el derecho a expresar y difundir opiniones e ideas, así como a recibir y compartir información. Estos elementos son esenciales para fortalecer la democracia, las instituciones y promover la paz social.
La historia de México ha sido testigo de períodos de severas violaciones a la libertad de expresión, como durante la segunda mitad del siglo XX, cuando el Estado empleó la represión y la violencia política contra grupos opositores, controlando la mayoría de los medios de comunicación mediante coerción, censura y financiamiento selectivo.
De acuerdo con el Índice de Paz Global, defender la libertad de expresión y el libre flujo de información contribuye a construir sociedades más informadas y capaces de tomar decisiones más acertadas, promoviendo la transparencia y el conocimiento.
En esta conmemoración, es esencial recordar que los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger el derecho a la libertad de expresión, tanto en medios tradicionales como en internet, así como el derecho asociado de buscar, recibir y difundir información de manera libre.
La libertad de expresión es un pilar fundamental para el ejercicio de otros derechos, como la libertad de asociación y de reunión, que permiten la formación de sociedades, sindicatos y partidos políticos, así como la participación en manifestaciones pacíficas y reuniones públicas.