
El 4 de junio se conmemora el Día Mundial de la Fertilidad, cuyo propósito es destacar los crecientes problemas de fertilidad en la población y determinar cuándo es adecuado buscar la ayuda de un especialista.
La infertilidad se define como la incapacidad de lograr un embarazo después de un año de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos, o la dificultad para mantener un embarazo.
Es una condición común reconocida por la Organización Mundial de la Salud que afecta a un gran número de parejas en edad reproductiva.
A pesar de ello, existen tratamientos para muchas formas de infertilidad, permitiendo a muchas parejas tener un bebé sano.
La infertilidad puede generar numerosos problemas emocionales en las parejas
A pesar de los avances en la medicina reproductiva, la infertilidad sigue siendo un tema cargado de prejuicios y estigmas sociales, lo que lleva a muchas parejas a mantenerlo en privado.
Los problemas para concebir de manera natural son importantes, ya que causan un gran sufrimiento emocional y dificultades económicas y laborales.
Muchas parejas recurren a clínicas de fertilidad y se someten a tratamientos arduos que requieren tiempo, paciencia y fortaleza emocional de ambos miembros de la pareja.
Es crucial promover el compromiso de todos los agentes sociales para normalizar esta situación y eliminar los estigmas asociados a la infertilidad.
Los problemas de fertilidad pueden afectar tanto a hombres como a mujeres y pueden tener múltiples causas. No se trata solo de la edad.
Las causas más comunes en mujeres son:
-Falta de ovulación o mala calidad de los óvulos.
-Endometriosis: crecimiento del tejido uterino fuera del útero, en las trompas de Falopio o los ovarios.
-Fibromas uterinos.
-Trompas de Falopio bloqueadas.
En los hombres, las causas pueden incluir:
-Bajo recuento de espermatozoides o ausencia de ellos.
-Baja movilidad espermática.
-Espermatozoides malformados.
-Semen espeso que impide la llegada de los espermatozoides al óvulo.
-Problemas hormonales.
-Problemas de eyaculación.
Algunos consejos para mejorar la fertilidad, aplicables tanto a hombres como a mujeres, incluyen:
-Mantener una dieta sana y equilibrada: consumir alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas, ácido fólico y omega 3.
-Controlar el peso: tanto la obesidad como estar por debajo del peso ideal pueden afectar la fertilidad.
-Evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol.
-Practicar ejercicio regularmente: previene la obesidad y reduce el estrés.
-Reducir el estrés: practicar meditación, yoga o actividades tranquilas en pareja.
-Consultar a un especialista: si el embarazo tarda en llegar, es recomendable realizar un estudio de fertilidad para estar informados de todos los factores que pueden estar influyendo.