
El Senado de la República envió a la Cámara de Diputados las modificaciones a la Ley de Amparo que restringen la capacidad de los jueces para suspender leyes, reformas u obras impugnadas mediante el juicio de amparo, tras un extenso debate en el que la mayoría respaldó la medida tanto en su conjunto como en sus detalles.
Claudia Anaya, senadora del PRI, anunció que recurrirán a la Corte para impugnar esta reforma, la cual considera un retroceso grave en los derechos humanos en México.
Las modificaciones a los artículos 129 y 148 de la Ley de Amparo, que regulan la suspensión del acto reclamado y la inconstitucionalidad de normas generales, establecen que en los casos de juicios de amparo que resuelvan sobre la inconstitucionalidad de normas generales, las suspensiones dictadas no tendrán efectos generales.
En el debate, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, defendió la iniciativa argumentando que busca prevenir el abuso por parte de los jueces, que, según él, vulnera el principio de legalidad al que deben ceñirse los juzgadores de amparo.
Por su parte, el senador del PAN, Damián Zepeda, calificó esta reforma como una de las más perjudiciales de los últimos seis años, una medida que busca evitar que el gobierno pueda ser detenido en la ejecución de obras, incluso si estas afectan al medio ambiente.
Miguel Ángel Mancera, coordinador del PRD, criticó la iniciativa de Morena y sostuvo que el juicio de amparo seguirá siendo parte de la Constitución, ya que una normativa secundaria no puede primar sobre la Ley Suprema.
La ministra en retiro y presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, aseguró que esta reforma no representa en ningún momento un retroceso en las garantías fundamentales.