
La noche del sábado en el Zócalo fue memorable gracias a la actuación de Julieta Venegas, quien no solo ofreció un espectáculo lleno de música y alegría, sino que también utilizó su plataforma para abogar por dos causas importantes: los derechos de las mujeres y la búsqueda de los desaparecidos.
A pesar de la seriedad de estos temas, el ambiente seguía siendo festivo para todos los presentes.
El entusiasmo era palpable cuando, a las ocho en punto, Julieta Venegas apareció en el escenario al son del clamoroso «Julieta, Julieta» que resonaba por todo el Zócalo. Inició su actuación con los primeros acordes de «Dime la verdad».
Después de interpretar «Caminar sola» y «Mismo amor», Venegas expresó su gratitud por estar en ese espacio tan emblemático, compartiendo música y talento femenino. La plancha del Zócalo estaba abarrotada, y los asistentes ya estaban entregados a la experiencia de este concierto, parte del evento «Tiempo de Mujeres: Festival por la Igualdad».
Con su acordeón en los hombros, Venegas introdujo «Ese camino», una canción que reflexiona sobre la infancia y la capacidad de mantener la frescura y la sorpresa a lo largo de la vida.
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Luego, invitó al escenario a Kike y Meme, miembros de Café Tacvba, a quienes considera no solo colegas, sino también amigos. Juntos, dedicaron «Amores perros me van a matar» a Lynn Fainchtein, una amiga que les inspiraba a crear música y que lamentablemente ya no está.
Fue una noche llena de música, emociones y solidaridad.
Por cierto, sin reportes de incidentes el concierto masivo de la cantante congregó a más de 80 mil personas en el Zócalo capitalino, de acuerdo con informes del Gobierno de la Ciudad de México.