
En las tierras de Ajacuba en Hidalgo, un pequeño perro vivió una experiencia que movilizó a los Bomberos y Protección Civil. Al quedar atrapado entre bardas, la situación requería una solución inmediata, generando preocupación entre los habitantes que llamaron al 911 en busca de ayuda urgente.
El escenario se convirtió en un esfuerzo conjunto, donde los rescatistas evaluaron la situación y colaboraron con la comunidad para idear estrategias.
La decisión tomada fue abrir un agujero que permitiera liberar al perrito. Con martillos en mano, los héroes del momento golpearon con precisión, midiendo cada impacto para no causarle daño al can.
Después de intensos minutos, el peludo amigo fue liberado y entregado agradecido a su dueña, evitando así una visita innecesaria al veterinario.
Este incidente destaca la importancia de la colaboración entre las autoridades y los ciudadanos, demostrando que, incluso entre bardas, la solidaridad y la acción conjunta pueden superar cualquier obstáculo.