El 4 de enero de cada año conmemoramos el Día Mundial del Braille, resaltando la importancia de este sistema táctil de lectura y escritura en la vida de aquellos con discapacidades visuales.
Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente hay 36 millones de personas ciegas y 216 millones con discapacidad visual significativa en todo el mundo.
En diciembre de 2018, la ONU oficializó este día especial, destacando el valor central del multilingüismo.
La elección de la fecha no es coincidencia, ya que coincide con el nacimiento de Louis Braille en 1809, el innovador creador de este sistema. A pesar de su propia ceguera desde joven, Braille perfeccionó una matriz de seis puntos que representa letras, puntuación, números y más.
El alfabeto braille, compuesto por celdas de seis puntos dispuestas en una matriz de tres filas por dos columnas, permite 64 combinaciones diferentes.
Más allá de ser simplemente un medio para la lectura de libros, el braille se extiende a objetos cotidianos y formas artísticas como la música y las matemáticas.
Este sistema, reconocido como una forma esencial de comunicación, proporciona a las personas con discapacidades visuales acceso a la educación y oportunidades laborales.