
El devastador sismo en Japón ha dejado un saldo lamentable de cuatro víctimas mortales, según las autoridades locales.
El epicentro, ubicado en la prefectura de Ishikawa, desató un terremoto de magnitud 7.5, desencadenando tsunamis y daños significativos en varias áreas.
Las autoridades, con la urgencia de proteger a la población, ordenaron la evacuación ante el riesgo de olas gigantes.
A pesar de la advertencia inicial de olas de hasta cinco metros, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawái, finalmente declaró que la amenaza había disminuido.
Las imágenes transmitidas mostraron la cruda realidad, con edificios colapsados, incendios devastadores y desesperación entre los residentes atrapados.
El gobierno japonés confirmó seis casos de personas atrapadas en estructuras colapsadas en la zona de Ishikawa, mientras que la policía investiga informes adicionales de dos fallecimientos en la ciudad de Nanao.