
Se ha generado inquietud entre los científicos debido al reciente hallazgo de un caso de caquexia crónica (CWD) en el Parque Nacional de Yellowstone, ya que existe la preocupación de que esta enfermedad cerebral mortal pueda transmitirse a los seres humanos.
En este incidente, se confirmó que un ciervo de Wyoming estaba infectado con esta enfermedad priónica altamente contagiosa, que también afecta a ciervos, alces, renos y alces en diversas áreas de Norteamérica, Canadá, Noruega y Corea del Sur.
Conocida como la «enfermedad del ciervo zombi», la CWD provoca alteraciones en el cerebro y el sistema nervioso de los animales, manifestando síntomas como babeo, letargo, pérdida de peso y una característica «mirada perdida».
Aunque hasta ahora no se han registrado casos de infección en humanos, los epidemiólogos advierten que la falta de casos conocidos no descarta la posibilidad de que ocurra en el futuro.
El Dr. Cory Anderson, co-director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas, destaca la importancia de estar preparados ante la posibilidad de una situación similar al brote de encefalopatía espongiforme bovina en Gran Bretaña.
Adicionalmente, preocupa la carencia de métodos efectivos para erradicar la CWD, tanto en los animales infectados como en el entorno contaminado, ya que el patógeno muestra resistencia a varios métodos de desinfección y puede persistir durante años en el ambiente.