
En el transcurso de la jornada de ayer, la ciudad japonesa de Kashiwara lamentó la pérdida de Fusa Tatsumi, la persona más longeva de Japón, quien, a sus 116 años, cerró los ojos para siempre.
Nacida en 1907, Tatsumi compartió su vida con un esposo agricultor cerca de Osaka, donde criaron a tres hijos.
La confirmación de su fallecimiento provino de un concejal municipal de Kashiwara, resaltando la notable longevidad de Tatsumi, quien fue captada por las cámaras de MBS en su silla de ruedas durante su último cumpleaños en abril.
El gobernador de Osaka, Hirofumi Yoshimura, recordó con afecto su presencia en una festividad en septiembre, subrayando su vigencia.
Japón, ocupando el segundo lugar en cantidad de centenarios, despide a Tatsumi, quien asumió el título de persona más longeva tras el fallecimiento de Kane Tanaka el año pasado.
Tanaka, reconocida en 2022 por Guinness World Records como la más anciana del mundo, cedió su lugar a la española nacida en Estados Unidos, María Branyas, que alcanzará los 117 años el 4 de marzo de 2024. Con Tatsumi, Japón cierra un capítulo en sus crónicas de longevidad.