
El iceberg más grande del mundo, que cubre aproximadamente tres mil 885 kilómetros cuadrados, y 400 metros de altura está a la deriva, después de haber estado varado desde la década de 1980.
Denominado A23a, el iceberg permaneció encallado en el fondo del mar de Weddell desde poco después de separarse de la plataforma de hielo Filchner en 1986, hasta principios de este año, cuando empezó a desplazarse lentamente hacia el norte.
También fue hogar de muchas estaciones de investigación a lo largo del siglo XX, incluyendo la estación de investigación Druzhnaya 1 de la Unión Soviética.
Sin embargo, en 1986, cuando la plataforma de hielo colapsó, quedó a la deriva, cambiando la costa de la Antártida para siempre.
Impulsado por el viento y las corrientes oceánicas, su paso se ha acelerado recientemente, y las imágenes de satélite muestran ahora que está a punto de pasar por el extremo norte de la Península Antártica.
En 2020, se temía que el A68 encallara en Georgia del Sur y acabara con la vida marina del fondo, afectando así al suministro de alimentos para pingüinos y aves marinas. Sin embargo, esos temores se evitaron cuando el monstruoso iceberg se partió en dos, lo que, según los expertos, era el destino probable del A23a.