Cada 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, con el propósito de sensibilizar a la población sobre los graves efectos que este fenómeno provoca en el planeta.
Aunque esta fecha no fue proclamada oficialmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dicho organismo respalda los esfuerzos globales para reducir el impacto ambiental y promover acciones concretas que ayuden a mitigar el cambio climático. Esta conmemoración se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 13: Acción por el Clima.
Además, la ONU estableció el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio, con el fin de fomentar la conciencia ambiental y motivar a los gobiernos a implementar medidas que protejan los ecosistemas.
El cambio climático se entiende como la alteración a largo plazo del clima y las temperaturas globales, derivada de causas naturales y, en las últimas décadas, principalmente de la actividad humana.
En el último siglo, el uso intensivo de combustibles fósiles, la deforestación, las actividades industriales y la generación de energía han incrementado la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), acelerando el calentamiento global. Entre las consecuencias más visibles destacan:
-Aumento de las temperaturas promedio.
-Elevación del nivel del mar.
-Deshielo de los polos.
-Mayor frecuencia de fenómenos extremos como sequías, incendios e inundaciones.
De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, en su informe Cambio Climático 2021: Bases Físicas, el calentamiento global avanza a un ritmo preocupante, por lo que urge reducir de manera drástica las emisiones contaminantes.
El efecto invernadero es la principal causa del cambio climático. Este fenómeno, aunque natural, se ha intensificado por la acción humana desde la Revolución Industrial, generando una concentración sin precedentes de dióxido de carbono (CO₂) y otros gases contaminantes.
Entre las causas científicamente comprobadas se encuentran:
-La relación directa entre el aumento de gases de efecto invernadero y el incremento de la temperatura terrestre.
-El crecimiento sostenido de emisiones desde la industrialización.
-La quema de combustibles fósiles, responsable de aproximadamente dos tercios de los GEI.
Los países del mundo han suscrito diversos acuerdos para frenar este fenómeno global:
-Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992): busca limitar la intervención humana en el sistema climático. Ha sido ratificada por 197 naciones.
-Protocolo de Kioto (1995): estableció compromisos internacionales para reducir las emisiones de gases contaminantes. Firmado por 192 países.
-Acuerdo de París (2015): promueve mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C respecto a los niveles preindustriales, y preferiblemente limitarlo a 1.5°C.
Cada persona puede contribuir al cuidado del planeta adoptando prácticas sostenibles, como:
-Usar energías renovables (solar, eólica, geotérmica, marina, etc.).
-Optar por productos biodegradables o reciclados.
-Dar mantenimiento y reparar equipos o vehículos para prolongar su vida útil.
-Favorecer el comercio local y el consumo de productos orgánicos.
-Utilizar electrodomésticos de bajo consumo energético.
Combatir el cambio climático es una responsabilidad compartida que requiere del compromiso de gobiernos, instituciones y ciudadanía para garantizar un futuro sostenible.