
Otorgan a Katalin Karikó y Drew Weissman el premio Nobel en Fisiología y Medicina por el desarrollo de las vacunas de ARN mensajero modificado (mARNm) que supusieron el principio del fin de la pandemia de Covid-19.
Los investigadores de origen húngaro y estadounidense, respectivamente, han sido premiados por sus descubrimientos ligados a las modificaciones de bases nucleósidas que permitieron el desarrollo de la efectividad de ARN mensajero, abriendo la puerta a desarrollar las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna.
El principal hallazgo descubierto fue que la modificación de la base del ARNm permitía bloquear la activación de reacciones inflamatorias y aumentar la producción de proteínas cuando se le administraba a la célula. Las investigaciones llevadas a cabo por ambos investigadores permitieron la creación y aprobación de las vacunas frente al coronavirus basadas en ARNm, a finales del año 2020, en plena pandemia por coronavirus.
Al elegir a estos investigadores, que estaban en la lista de favoritos, el Comité del Nobel en Estocolmo rompió con su tradición de reconocer trabajos con varias décadas de trayectoria.
Karikó, de 68 años, y Weissman, de 64 años, trabajan juntos en la Universidad de Pennsylvania en Estados Unidos y ya ganaron varios galardones por sus investigaciones, incluyendo el premio Lasker Award que es percibido como un precursor del Nobel y el Premio Princesa de Asturias en 2021, que compartieron con otros científicos.
A diferencia de las vacunas tradicionales que usan virus debilitados o piezas de proteínas de virus, la técnica del ARN mensajero utilizan moléculas genéticas que indican a las células qué proteínas producir.
Este proceso simula una infección y esto entrena al sistema inmune para cuando se enfrente a un virus verdadero.