Al menos una persona falleció y más de un centenar resultaron heridas durante los enfrentamientos registrados la noche del miércoles en el centro de Lima, en el marco de una multitudinaria protesta encabezada por jóvenes en contra del Congreso y del nuevo gobierno peruano.
La movilización, impulsada por la Generación Z junto con colectivos de artistas y transportistas, exigía el fin de la corrupción política y mayor seguridad ante el incremento del crimen organizado.
La crisis de inseguridad llevó a la destitución de la expresidenta Dina Boluarte mediante un juicio político exprés el pasado 10 de octubre. Tras ello, el derechista José Jerí, de 38 años y exjefe del Parlamento, asumió la presidencia de forma provisional hasta julio de 2026, cuando deberá entregar el cargo al ganador de las próximas elecciones generales.
Durante la manifestación, algunos grupos intentaron derribar las vallas de seguridad colocadas frente al Congreso, lo que provocó la intervención de la policía con gases lacrimógenos, escudos y bastones. Las autoridades confirmaron la muerte de Eduardo Ruiz Sanz, de 32 años, y reportaron más de 100 heridos. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos denunció que la víctima habría recibido un disparo presuntamente realizado por un agente vestido de civil.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, 102 personas fueron atendidas en hospitales, entre ellas 24 civiles y 78 policías. Las protestas contra la clase política y la inseguridad se han intensificado durante el último mes y esta ha sido la más violenta hasta ahora.
El presidente Jerí aseguró que la marcha “fue infiltrada por delincuentes para generar caos” y prometió aplicar “todo el peso de la ley” contra los responsables.
Ese mismo día, colectivos feministas también salieron a las calles para protestar contra el mandatario, recordando una denuncia por presunta violación sexual en su contra, presentada en diciembre de 2024 y archivada meses después por falta de pruebas. Durante la movilización, las activistas desplegaron una gran bandera peruana con la frase: “Presidente del Perú José Jerí violador”.
La Generación Z, integrada por jóvenes de entre 18 y 30 años, encabeza el movimiento, adoptando como símbolo de resistencia la bandera de One Piece, emblema juvenil global contra el mal gobierno y la corrupción.