La Real Academia de las Ciencias de Suecia anunció este lunes a los ganadores del Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel: Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, por sus investigaciones sobre el papel de la innovación tecnológica en el crecimiento económico de largo plazo.
El jurado dividió el premio en dos partes. Mokyr, profesor en la Northwestern University, fue reconocido por reconstruir los factores históricos que hicieron posible el progreso tecnológico continuo. La otra mitad la comparten Aghion y Howitt, de las universidades Collège de France, INSEAD, London School of Economics y Brown, por desarrollar la teoría de la destrucción creativa, que explica cómo las nuevas ideas reemplazan a las viejas, generando avances y transformaciones profundas.
Durante siglos, la economía mundial vivió largos periodos de estancamiento. Pero desde la Revolución Industrial, el vínculo entre conocimiento científico y desarrollo tecnológico ha impulsado un crecimiento sostenido que transformó la vida humana. Los laureados explican cómo y por qué esto fue posible.
El modelo de Aghion y Howitt muestra que el progreso requiere un entorno competitivo, capaz de renovar industrias y evitar que los intereses establecidos frenen la innovación. Según el comité, su trabajo demuestra que el crecimiento económico “no ocurre por inercia” y depende de mantener vivo el ciclo de la destrucción creativa.
Los tres economistas, originarios de Países Bajos, Francia y Canadá, recibirán 11 millones de coronas suecas (alrededor de un millón de dólares) el próximo 10 de diciembre en Estocolmo.
Aunque el premio no formaba parte de los galardones originales de Alfred Nobel, comparte su prestigio y relevancia. En un contexto de baja productividad global, las ideas de Mokyr, Aghion y Howitt ofrecen una guía sobre cómo la innovación puede seguir siendo el motor del progreso económico y social en el siglo XXI.