La activista ambiental sueca Greta Thunberg arribó este lunes a Atenas, Grecia, luego de ser deportada por las autoridades israelíes junto con otros 170 integrantes de la Flotilla Global Sumud, una coalición internacional que pretendía llevar ayuda humanitaria a la población civil de Gaza.
Thunberg, conocida por su lucha contra la crisis climática, fue interceptada por fuerzas israelíes junto con más de 400 participantes de la misión, de los cuales la mayoría permanece detenida en la prisión de alta seguridad de Ketziot, ubicada en el desierto del Negev.
A su llegada al aeropuerto ateniense, la joven ofreció declaraciones a los medios y denunció los abusos sufridos durante su detención:
“Podría hablar mucho tiempo sobre los abusos que hemos sufrido en prisión, créanme, pero eso no es lo importante. Lo importante ahora es que Israel sigue intensificando el genocidio y la destrucción masiva contra el pueblo palestino”, expresó con firmeza.
El Ministerio de Exteriores de Israel informó la deportación de 171 personas originarias de varios países europeos y de Estados Unidos, a quienes calificó como parte de una “maniobra publicitaria”. En su comunicado, aseguró que “los derechos legales de los participantes han sido plenamente respetados” y calificó como falsas las denuncias difundidas por los activistas.
Las autoridades israelíes también rechazaron las acusaciones de maltrato y violencia reportadas en una carta enviada a la embajada sueca en Tel Aviv y publicada por The Guardian. En ella, los activistas afirmaron haber sufrido humillaciones psicológicas, condiciones inhumanas y agresiones físicas, lo cual fue desmentido por Israel.
De acuerdo con el gobierno israelí, Thunberg no presentó ninguna queja formal y el único incidente documentado fue una supuesta agresión de un miembro del grupo “Hamás-Sumud” contra una trabajadora médica.
Para la activista sueca, sin embargo, el tema trasciende su experiencia personal:
“Nunca comprenderé cómo los humanos pueden ser tan malvados. Deliberadamente hacen pasar hambre a millones de personas bajo un asedio ilegal, tras décadas de opresión, apartheid y ocupación”, declaró.
Esta sería la segunda ocasión en que Greta Thunberg es detenida por intentar romper el bloqueo de Gaza, reafirmando así su compromiso con causas humanitarias más allá del ambientalismo y su solidaridad con el pueblo palestino.