
El embajador de Sudáfrica en Francia, Nkosinathi Emmanuel Mthethwa, fue encontrado sin vida este martes en el hotel Hyatt de Porte Maillot, al noroeste de París, informó la fiscalía local. De acuerdo con las autoridades, el cuerpo del diplomático de 58 años apareció “directamente encima del hotel”, y todo apunta a que habría saltado desde el piso 22 del edificio.
El hallazgo ocurrió un día después de que su desaparición fuera reportada. La investigación inicial quedó a cargo de la Brigada para la Represión de los Delitos contra las Personas (BRDP) de la policía judicial parisina, mientras que un magistrado de turno acudió al lugar para levantar las actas correspondientes.
Según la fiscalía, fue su esposa quien dio aviso a las autoridades tras recibir “un mensaje inquietante” durante la noche. El último registro de su teléfono se ubicó el lunes a las 15:00 horas cerca del Bois de Boulogne, lo que motivó un operativo con perros de rastreo ante la sospecha de un posible suicidio.
Mthethwa ejercía como embajador en París desde febrero de 2024 y también representaba a su país ante la UNESCO. Antes de su labor diplomática, desarrolló una extensa trayectoria política en el Congreso Nacional Africano (ANC): fue parlamentario desde 2002, presidió el comité de minas y energía entre 2004 y 2008, y durante los gobiernos de Kgalema Motlanthe y Jacob Zuma ocupó carteras como Seguridad, Policía, así como Arte y Cultura. Entre 2014 y 2023 se desempeñó como ministro de Cultura, y posteriormente de Deportes, Artes y Cultura.
Figura destacada de la política sudafricana post-apartheid, Mthethwa pasó del activismo sindical a posiciones de alto nivel en el gobierno, hasta asumir un rol en la diplomacia con el objetivo de proyectar esa influencia en el ámbito internacional.
Las causas de su muerte aún no se han determinado. Las autoridades no descartan la hipótesis de suicidio ni la de un hecho externo, y medios locales señalaron que la ventana del piso 22 habría sido forzada. La embajada sudafricana en París permanecía cerrada este martes y no había emitido una declaración oficial.
El caso ha generado repercusión internacional debido al perfil del diplomático y a las preguntas que plantea en torno a la seguridad personal, la salud mental y los riesgos vinculados al servicio exterior. Conforme al derecho internacional, la investigación corresponde al Estado receptor —en este caso, Francia—, en coordinación con las autoridades de Sudáfrica.