
Cada último sábado de septiembre se conmemora el Día Internacional del Conejo, una fecha especial dedicada a uno de los mamíferos más nobles, tiernos e inteligentes del planeta.
Esta celebración fue impulsada por la organización británica Rabbit Charity, con el objetivo de generar conciencia sobre la protección de los conejos, tanto domésticos como silvestres. Estas especies enfrentan múltiples amenazas derivadas de la acción humana, entre ellas:
- Uso en experimentación médica y cosmética.
- Caza descontrolada.
- Cría para la obtención de pieles.
- Pérdida de hábitat natural.
- Enfermedades como mixomatosis y hemorragia vírica.
Cabe destacar que, desde 2019, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró a los conejos en peligro de extinción.
El conejo común pertenece a la familia Leporidae dentro del orden de los lagomorfos. Es un animal herbívoro, gregario y territorial, principalmente de hábitos nocturnos.
- Posee un cuerpo cubierto de pelaje espeso y suave, con las patas traseras más largas que las delanteras.
- Puede alcanzar los 50 cm de longitud y un peso de 2,5 kg.
- Sus orejas miden hasta 7 cm y cumplen una función clave en la regulación de la temperatura.
- Su ciclo reproductivo es muy activo, con camadas de hasta diez crías.
- Juegan un papel ecológico importante al dispersar semillas y enriquecer el suelo con nutrientes a través de sus excrementos.
Cada vez más personas adoptan conejos como mascotas, por lo que es fundamental conocer pautas básicas para su bienestar:
- Proporcionar una dieta equilibrada con heno, verduras frescas y alimento especializado.
- Evitar bañarlos salvo que sea estrictamente necesario, ya que se daña su capa protectora natural.
- Cepillar su pelaje con suavidad de manera regular.
- Ofrecer un entorno tranquilo, ya que son animales sensibles al estrés.
- No exponerlos prolongadamente al sol, sobre todo en temporada de calor.
- Permitirles ejercicio diario dentro del hogar.
- Acudir al veterinario al menos una vez al año.
- Mantener en óptimas condiciones de higiene su jaula y espacios de convivencia.
- No manipular bruscamente sus orejas, patas o cola, pues pueden fracturarse con facilidad.