
El suicidio es un fenómeno complejo que afecta de manera profunda en los ámbitos emocional, social y económico, por lo que su prevención requiere de esfuerzos constantes y coordinados.
Cada año, más de 720 mil personas en el mundo se quitan la vida y por cada caso consumado se calcula que ocurren al menos 20 intentos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más del 70 % de estos casos se registran en países de ingresos bajos y medios.
En el grupo de jóvenes de 15 a 29 años, el suicidio se ubica como la tercera causa de muerte a nivel mundial.
En México, cifras del INEGI reportaron en 2023 un total de 8 mil 837 suicidios, lo que representó el 1.1 % de todas las defunciones y una tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes. Del total, los hombres concentraron el 81 % de los casos, mientras que las mujeres representaron el 19 %. Además, el 65.6 % de los fallecimientos se registraron en personas menores de 40 años.
Las entidades con mayores tasas fueron Yucatán (14.2), Chihuahua (14.0) y Aguascalientes (12.1). En contraste, Guerrero y Chiapas tuvieron los índices más bajos (2.0 y 3.9, respectivamente).
Expertos coinciden en que el suicidio es prevenible si se fortalecen las acciones en salud mental desde etapas tempranas de la vida. Prestar atención a señales de depresión, ansiedad, consumo de sustancias, crisis personales, violencia o estigmatización resulta fundamental. Asimismo, crear redes de apoyo es clave para salvar vidas.
En México se han dado pasos con la puesta en marcha del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, apoyado por la OPS/OMS. Este busca coordinar acciones institucionales, mejorar la capacitación del personal de salud y ampliar los servicios de atención.
Tanto en el país como a nivel internacional, se promueven campañas, actividades culturales y comunitarias, protocolos y programas de formación para sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la salud mental.
No obstante, persiste la necesidad de aumentar la inversión en salud mental, capacitar a más especialistas, impulsar campañas públicas y generar espacios seguros de apoyo que contribuyan a reducir estas cifras.