
El Reino Unido se encuentra de luto tras la muerte de la duquesa de Kent, Katharine Worsley, quien falleció el 5 de septiembre a los 92 años, en el Palacio de Kensington, acompañada de su familia.
El Palacio de Buckingham informó que el funeral se llevará a cabo el 16 de septiembre a las 14:00 horas en la Catedral de Westminster, siendo el primer servicio fúnebre de un miembro de la realeza británica en este templo católico.
Previo a la ceremonia, el féretro reposará en la capilla privada de Kensington. El 15 de septiembre será trasladado a Westminster, donde se celebrará el Rito de Recepción y las vísperas de la Misa de Réquiem. Esa noche permanecerá en la Capilla de la Virgen.
La misa contará con la presencia del rey Carlos III, la reina Camila, el duque de Kent, los príncipes de Gales y otros integrantes de la familia real. Posteriormente, los restos serán llevados al Cementerio Real de Frogmore, en Windsor. Durante el luto, las banderas ondearán a media asta y la familia real portará brazaletes negros en señal de respeto.
En un comunicado, el Palacio de Buckingham destacó la entrega de la duquesa a causas sociales, su amor por la música y su cercanía con los jóvenes. El rey Carlos III decretó luto oficial hasta el día del funeral. Los príncipes de Gales también expresaron su pesar y recordaron su incansable labor en beneficio de los demás.
Katharine Lucy Mary Worsley nació en Yorkshire en 1933. En 1961 contrajo matrimonio con el príncipe Eduardo, duque de Kent, primo de la reina Isabel II, con quien tuvo tres hijos. La pérdida de un cuarto hijo marcó profundamente su vida, impulsándola a involucrarse en causas humanitarias.
De carácter discreto y sensible, fue recordada por su histórica presencia en Wimbledon, donde entregó trofeos entre 1969 y 2001. Uno de sus gestos más memorables fue el abrazo a la tenista Jana Novotná en 1993.
En 1994 sorprendió al país al convertirse al catolicismo, algo inédito en la realeza desde 1701. Años después, en 2002, dejó la vida pública y pidió no ser tratada como “alteza real”. Se dedicó a enseñar música en una escuela pública y en 2004 fundó Future Talent, organización que apoya a jóvenes músicos en situación vulnerable.
El legado de la duquesa de Kent permanecerá en la memoria por su sensibilidad, su vocación musical y su manera de abrir nuevos caminos dentro de la monarquía británica.