
En las costas de São Paulo y Santa Catarina, más de 976 pingüinos de Magallanes fueron hallados muertos en la última semana, lo que ha generado preocupación entre autoridades y expertos, quienes ya investigan las causas de este fenómeno ambiental.
El hallazgo de cientos de ejemplares sin vida encendió la alarma en Brasil, tras confirmarse que en playas de ambas regiones se han contabilizado más de 976 aves muertas en pocos días.
De acuerdo con el Instituto de Investigaciones de Cananéia (Ipec) y la Asociación R3 Animal, hasta el 20 de agosto se habían registrado 1,132 pingüinos en la zona de Florianópolis. No obstante, solo 79 lograron ser rescatados con vida, mientras que la mayoría fueron encontrados sin signos vitales en distintos puntos del litoral.
En São Paulo, más de 750 ejemplares aparecieron varados en playas como Cananéia, Iguape e Ilha Comprida, sitios habituales para observar a esta especie migratoria.
En Santa Catarina, se reportaron 136 pingüinos muertos en la playa de Jurerê, en Florianópolis, el pasado miércoles, y otros 80 hallados sin vida dos días antes en la playa de Ervino.
Los especialistas recordaron que el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) realiza cada año una migración desde Argentina hacia el sur de Brasil, en busca de aguas más cálidas y alimento. Durante este recorrido, se exponen a riesgos tanto naturales como derivados de la actividad humana.
El Ipec señaló que, a partir de las primeras necropsias realizadas en ejemplares frescos y del estado clínico de los sobrevivientes, se manejan varias hipótesis sobre las posibles causas de esta mortandad.