
Al menos 12 personas perdieron la vida y cuatro siguen desaparecidas tras el colapso parcial del puente Jianzha, que se construía sobre el río Amarillo, en la región noroeste de China.
El accidente ocurrió este viernes durante trabajos de edificación, de acuerdo con medios estatales. Imágenes difundidas por la cadena CCTV muestran el momento en que la parte central del arco cedió de forma repentina y cayó al cauce.
Según la agencia Xinhua, el desplome se originó por la ruptura de un cable de acero. La estructura pertenece a la línea ferroviaria Sichuan-Qinghai y, una vez concluida, será el puente de arco de celosía de acero continuo más largo del mundo y el primero de este tipo en cruzar el río Amarillo. En el lugar se encontraban 15 trabajadores y un gerente de obra, de acuerdo con el diario estatal People’s Daily. En un inicio se reportaron siete muertos, pero la cifra se duplicó con información posterior de la televisión estatal.
Las labores de rescate movilizaron un amplio despliegue: 91 vehículos, 27 embarcaciones, un helicóptero, cinco robots y 806 elementos. Además, seis hospitales locales habilitaron áreas especiales para atender a los heridos, mientras que cientos de rescatistas fueron enviados para reforzar las operaciones en el área del derrumbe.
Este siniestro se suma a la lista de accidentes industriales que se repiten en China, relacionados con regulaciones poco estrictas y estándares de seguridad cuestionados. El informe recordó un hecho similar en diciembre pasado, cuando 13 personas desaparecieron tras un colapso en una obra ferroviaria en Shenzhen, sin sobrevivientes.
La magnitud de la obra y el impacto del accidente resaltan la urgencia de reforzar las inversiones y la seguridad en la infraestructura del país. El puente Jianzha, con una longitud total de 1,596 metros y un arco central de 366, tenía prevista su conclusión para finales de agosto de 2025. Mientras tanto, las tareas de búsqueda continúan a contrarreloj para localizar a los desaparecidos y evaluar los daños estructurales.