
El 19 de diciembre de 2017, la Asamblea General de la ONU proclamó el 21 de agosto como el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, en respuesta al creciente número de atentados registrados en distintas partes del mundo.
El propósito de esta conmemoración es brindar apoyo y acompañamiento a las víctimas y a los familiares de quienes han perdido la vida, con la intención de aliviar su dolor y reafirmar que tanto la comunidad internacional como los organismos especializados trabajan en la detención de los responsables y en la prevención de futuros actos de violencia.
El terrorismo se define como una forma violenta de acción política cuyo fin es provocar miedo, inseguridad y caos en la sociedad.
Al tratarse de un acto de intimidación, su impacto se mide por el nivel de difusión mediática: cuanto mayor sea su alcance, más “efectivo” se considera por parte del grupo que lo ejecuta.
Frente a la gravedad de esta amenaza, la ONU implementó una estrategia global contra el terrorismo, que incluye cuatro ejes principales:
-Abordar las condiciones que favorecen la aparición de actos terroristas.
-Diseñar políticas para prevenir y combatir el terrorismo.
-Respaldar a los Estados Miembros en el fortalecimiento de sus capacidades para enfrentar esta problemática, al mismo tiempo que se refuerza el papel de la ONU en esta lucha.
-Asegurar el respeto a los derechos humanos y al estado de derecho, como pilar esencial en la erradicación del terrorismo.