Cada 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el propósito de promover la participación activa de las y los jóvenes en todos los ámbitos sociales, fomentando su involucramiento en la solución de los retos que enfrentan diariamente.
De acuerdo con la ONU, actualmente el mundo cuenta con la población juvenil más numerosa de la historia: cerca de 1,800 millones de personas de entre 10 y 24 años. Este sector, aunque vulnerable y en muchos casos expuesto a conflictos, desempleo, dificultades para acceder a la vivienda o limitaciones para participar en espacios políticos y de toma de decisiones, posee un enorme potencial para generar cambios positivos.
La Asamblea General de la ONU proclamó oficialmente esta fecha en diciembre de 1999, atendiendo a las recomendaciones de la Conferencia Mundial de Ministros de la Juventud celebrada en Lisboa en 1998. Asimismo, en el marco de las conmemoraciones relacionadas, se recuerda que el 15 de julio se celebra el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud.
En 2025, el lema del Día Internacional de la Juventud es «Acciones juveniles locales por los ODS y más allá», haciendo énfasis en la relevancia de transformar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en acciones concretas a nivel comunitario. El papel de los gobiernos locales y regionales resulta fundamental, ya que pueden integrar las prioridades juveniles en sus planes de acción, destinar recursos, generar alianzas y habilitar espacios de innovación y participación ciudadana, formando así a los futuros líderes y agentes de cambio.
Cabe recordar que, antes de su proclamación oficial, la ONU había designado a 1985 como el Año Internacional de la Juventud, bajo el lema Participación, Desarrollo, Paz.