
El 23 de julio de 1986, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) declaró esta fecha como el Día Mundial Contra la Caza de Ballenas, actualmente conocido como el Día Mundial de las Ballenas y los Delfines. Esta conmemoración tiene como objetivo principal generar conciencia y detener la captura cruel e indiscriminada de estos majestuosos animales que se encuentran en peligro de extinción.
Aunque han pasado décadas desde aquella decisión histórica, en la actualidad varios países continúan con la caza de ballenas y delfines, sin mostrar un interés real por su preservación.
El principal obstáculo radica en la división de opiniones dentro de la propia CBI, donde existe un equilibrio entre las naciones que apoyan y las que rechazan esta práctica, lo que ha impedido alcanzar un acuerdo definitivo para su prohibición total.
Además, algunos de los países que aún cazan estos mamíferos alegan que lo hacen con fines científicos, y no comerciales. Sin embargo, existen numerosos registros visuales —particularmente en Japón— que evidencian crueles matanzas de grupos enteros de delfines, lo que contradice esos argumentos.
La caza de ballenas es un problema antiguo. Ya antes de la Segunda Guerra Mundial se intentaron establecer medidas para regularla, ya que los propios cazadores comenzaron a notar una disminución alarmante en la población de ballenas, lo que amenazaba sus intereses económicos.
Fue entonces cuando la Liga de Naciones elaboró un primer documento sobre el tema. No obstante, fue hasta 1972, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, que se implementó una moratoria de diez años con el fin de detener su caza y dar oportunidad a que las poblaciones se recuperaran.
Aun así, la caza continuó, y fue en 1986 cuando la Comisión Ballenera Internacional finalmente decretó la prohibición de la caza comercial de ballenas.
Sin embargo, esta resolución sigue siendo desobedecida. Japón, por ejemplo, se ha negado públicamente a acatarla y continúa cazando tanto ballenas como delfines. Incluso mantiene festividades relacionadas con esta práctica, como la conocida matanza anual de delfines en Taiji, que se lleva a cabo entre septiembre y abril.