
Ozzy Osbourne, icónico cantante de Black Sabbath y una de las figuras más influyentes del heavy metal, murió a los 76 años, según confirmó su familia a través de un comunicado oficial.
Apodado el “Príncipe de las Tinieblas”, Osbourne deja una profunda marca en la historia de la música. De acuerdo con el mensaje difundido por sus seres queridos, el artista falleció en compañía de su familia y rodeado de afecto.
“Con un dolor inmenso, anunciamos que nuestro amado Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estuvo acompañado por su familia, rodeado de amor. Solicitamos respetuosamente privacidad en estos momentos difíciles”, expresaron.
Aunque no se ha revelado la causa exacta del deceso, se sabe que Osbourne enfrentó varios problemas de salud en los últimos años, entre ellos el diagnóstico de Parkinson en 2020, complicaciones por una caída ocurrida en 2019 y diversas intervenciones quirúrgicas en la columna.
El fallecimiento del cantante se produce apenas tres semanas después de que se retirara oficialmente de los escenarios. El pasado 5 de julio, tuvo una emotiva reunión con los integrantes de Black Sabbath en el concierto “Back to the Beginning”, la primera desde 2005. En ese evento, Ozzy reveló que llevaba seis años postrado en cama debido a sus afecciones.
Nacido como John Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, Inglaterra, Ozzy alcanzó la fama como el vocalista de Black Sabbath en los años 70, revolucionando el sonido del rock pesado.
Posteriormente, consolidó su carrera en solitario con discos emblemáticos como Blizzard of Ozz (1980) y Diary of a Madman (1981), convirtiéndose en un referente del metal a nivel mundial.
Fuera de los escenarios, también ganó notoriedad como figura de la cultura popular gracias al reality show The Osbournes, donde compartió su vida cotidiana junto a su esposa Sharon y sus hijos Kelly y Jack.
Su legado perdurará no solo por su impactante presencia escénica, sino también por haber inspirado a innumerables músicos que siguieron sus pasos.
Uno de los momentos más controvertidos de su carrera ocurrió en 1982, cuando durante un concierto en Des Moines, Iowa, mordió la cabeza de un murciélago muerto, creyendo que se trataba de un accesorio falso. El incidente lo llevó a recibir tratamiento médico con una vacuna contra la rabia.