
Cada 14 de julio se conmemora el Día Mundial del Chimpancé, con el objetivo de generar conciencia sobre la crítica situación que enfrenta esta especie, tanto en libertad como en cautiverio, debido a amenazas como la pérdida de su hábitat, el tráfico ilegal y el maltrato en confinamiento.
Esta efeméride fue instaurada en 2018 para alertar sobre el alarmante descenso de la población de chimpancés, que ha pasado de aproximadamente dos millones hace un siglo a unos 350 mil ejemplares en África. La fecha coincide con la llegada de la reconocida primatóloga Jane Goodall al Parque Nacional Gombe, en Tanzania, en 1960, donde inició sus revolucionarios estudios sobre el comportamiento de estos primates.
Las principales amenazas incluyen la destrucción del entorno natural por causas humanas y ambientales, la captura y venta ilegal, así como su uso en investigaciones o espectáculos, muchas veces en condiciones precarias. Además, el contacto cercano con humanos incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades.
Los chimpancés destacan por su inteligencia, habilidades sociales y uso de herramientas, y comparten un 98% del ADN humano. Por ello, distintas organizaciones trabajan en su protección mediante refugios, campañas educativas y propuestas de legislación que los protejan de la explotación.
Proteger a los chimpancés es una responsabilidad compartida, esencial para preservar esta especie en peligro de extinción.
También hoy celebramos el Día Mundial del Tiburón. Esta conmemoración busca desmontar los falsos mitos sobre los tiburones y generar conciencia sobre su relevancia ecológica. Lejos de ser peligrosos monstruos, son depredadores esenciales que mantienen el equilibrio de los ecosistemas marinos al regular poblaciones y proteger hábitats como arrecifes y pastos marinos.
Pese a su importancia, los tiburones enfrentan graves amenazas, como la pesca excesiva, la captura incidental, la destrucción de sus hábitats y el cambio climático. La sobreexplotación, especialmente por la demanda de sus aletas, ha provocado una drástica disminución en sus poblaciones. Por ello, esta fecha es un llamado urgente a su conservación.
Pero este lunes 14 de julio celebramos igualmente el Día Mundial de la Orca y se trata de una iniciativa global creada para sensibilizar sobre la importancia ecológica de estas majestuosas criaturas marinas y promover su conservación. Esta jornada nació del compromiso de científicos y conservacionistas, y fue impulsada por la cetóloga neozelandesa Ingrid N. Visser durante una conferencia en 2013.
Se eligió el mes de julio en conmemoración de distintos eventos significativos relacionados con orcas, como los rescates exitosos de ejemplares jóvenes en 2002 y 2008, así como por la celebración anual del «Superpod», un encuentro de expertos y defensores de estos animales.
Celebrada por primera vez el 14 de julio de 2014, esta fecha destaca el papel esencial de las orcas en los ecosistemas marinos. Como depredadores tope, regulan el equilibrio natural, y su estado de salud es un indicador del bienestar del océano. Además, protegerlas implica conservar múltiples especies y hábitats interconectados.
A pesar de su adaptabilidad y presencia global, las orcas enfrentan amenazas crecientes como la contaminación química, el ruido submarino, el cambio climático y otras actividades humanas que alteran sus hábitats y fuentes de alimento.
El objetivo de este día es generar conciencia sobre estos desafíos, fomentar su protección y apoyar proyectos que promuevan la conservación marina. Celebrar a las orcas es, en esencia, defender la vida en los océanos.