
Este 19 de septiembre recordamos los sismos de 1985 y de 2017, en donde miles de personas fallecieron y miles más quedaron damnificados.
La Ciudad de México está en una zona altamente sísmica, por lo que es necesario siempre estar preparado para cualquier movimiento telúrico. Para ello, autoridades y expertos insisten en la preparación constante y adecuada ante estos fenómenos.
Además de los simulacros, es necesario tener una mochila de emergencia, ya que en el caos posterior a un desastre, esta herramienta puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Su contenido debe garantizar la supervivencia durante las primeras 48 horas después de un desastre.
¿Qué debe incluir la mochila de emergencia? Esto es lo que se recomienda:
Botellas de agua y alimentos no perecederos, se debe estar comunicado por lo que es muy importante una radio portátil sin dependencia de internet o telefonía y linterna con pilas extra.
En cuanto a la salud se refiere, debe tener medicinas específicas, botiquín de primeros auxilios que contenga: Alcohol líquido o en gel y agua oxigenada, antiácidos, aspirinas para adultos y niños, bolsa para agua caliente, caja de fósforos y encendedor, cinta adhesiva, cotonetes, jabón antibacteriano, laxantes, paquete de algodón, paquete de gasa, termómetro, tijeras y vendas elásticas de varios tamaños. Asimismo debe tener papel higiénico y productos de higiene.
Es importante que lleve copias de documentos esenciales, se recomienda en USB, directorio de emergencia y fotos de familiares y mascotas.
Ropa y zapatos extra, cobija ligera, impermeable, dinero en efectivo, cargador de celular, silbato, encendedor, llaves extra de casa y auto.
No olvidar una pequeña libreta con el registro del tipo sanguíneo de todos los habitantes de la casa.
La mochila no debe exceder los 20 kilos, el peso ideal es de 8 kilos, debe ser de material impermeable en caso de que se moje y recuerda colocarla cerca de la puerta de salida o ruta de evacuación; también puedes preparar varias mochilas de este tipo para tenerlas no solo en el hogar sino en los lugares que más frecuentas como oficina o escuela.