
El Congreso de Estados Unidos dio luz verde al ambicioso paquete presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump, marcando una victoria significativa para su administración. La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó la propuesta por un estrecho margen de 218 votos a favor y 214 en contra, tras haber recibido previamente el visto bueno del Senado.
La legislación contempla la permanencia de los recortes fiscales establecidos en 2017, nuevas exenciones fiscales promovidas durante la campaña presidencial de 2024 y un aumento en los fondos para políticas de control migratorio. Sin embargo, también implica recortes a programas de asistencia alimentaria y de salud, así como la eliminación de múltiples incentivos para el uso de energías limpias.
Aunque la Oficina Presupuestaria del Congreso advirtió que el plan agregaría 3.4 billones de dólares a la deuda nacional, que ya supera los 36 billones, la mayoría de los legisladores republicanos lo respaldaron, con solo dos de los 220 votando en contra. Los promotores del proyecto aseguran que los beneficios fiscales se extenderán a ciudadanos de todos los niveles de ingreso y que el plan fomentará el crecimiento económico.
Por su parte, todos los representantes demócratas rechazaron la medida, criticándola como una concesión a los más ricos y alertando que dejaría a millones de personas sin cobertura médica.