La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció sobre la sanción impuesta por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a tres instituciones mexicanas, acusadas presuntamente de participar en actividades de lavado de dinero.
Al respecto, Sheinbaum afirmó que no existen pruebas concretas, solo señalamientos. Explicó que la Secretaría de Hacienda, a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ya llevó a cabo una revisión y determinó que sí hubo faltas administrativas que derivaron en sanciones, pero no encontró evidencia de lavado de dinero.
También mencionó que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) está investigando a las empresas chinas señaladas por su vínculo con el caso. Señaló que estas compañías tienen relaciones comerciales con México desde hace muchos años y han realizado numerosas operaciones con otras instituciones bancarias, involucrando a unas 300 empresas mexicanas, sin indicios de ilegalidad. De hecho, aseguró que se trata de una intensa actividad comercial legítima entre ambos países.
“Nuestra postura es clara: si existen pruebas, actuamos. No hay impunidad para nadie. Pero sin evidencia, no se puede proceder, como en cualquier otro delito. Hasta ahora, el Departamento del Tesoro no ha presentado pruebas que confirmen el lavado de dinero”, declaró la mandataria.
Agregó que lo único que ha enviado el gobierno estadounidense son registros de transferencias entre compañías chinas y mexicanas a través de las instituciones sancionadas, sin elementos que confirmen una conducta ilícita.
En este contexto, Sheinbaum explicó que en conjunto con la Secretaría de Hacienda se solicitó mayor información, ya que las empresas chinas mencionadas en el comunicado estadounidense están legalmente registradas.
«El hecho de que existan transferencias financieras entre empresas mexicanas y compañías chinas formalmente constituidas, utilizando estas instituciones financieras, no es prueba de lavado de dinero. Son operaciones comerciales como las que se realizan diariamente entre ambos países», subrayó.
Además, destacó que en 2024 el comercio entre México y China alcanzó los 139 mil millones de dólares, y enfatizó que el país no permitirá que se le falte al respeto: «México no es la piñata de nadie. Se le debe respetar».
“Somos un país libre, soberano e independiente. Colaboramos, nos coordinamos, pero no nos subordinamos. Nuestra relación con Estados Unidos es de iguales, no de sumisión. Esa ha sido nuestra posición tanto con el presidente Trump como con los secretarios del gabinete y sus homólogos estadounidenses”, puntualizó.