
Tailandia ha experimentado un incremento significativo en los casos de Covid-19, atribuible principalmente a la expansión de la variante XEC.
Esta subvariante de ómicron, detectada por primera vez en Alemania en junio de 2024, se caracteriza por su alta transmisibilidad y su capacidad para evadir el sistema inmunológico, lo que ha generado inquietud entre los responsables de salud pública del país.
La XEC es el resultado de una recombinación entre las subvariantes KS.1.1 y KP.3.3 de ómicron. Investigaciones recientes han señalado que esta variante tiene una tasa de reproducción efectiva (Rₑ) un 13 % mayor que otras cepas predominantes, lo que indica una propagación más acelerada.
Los síntomas que provoca XEC son parecidos a los de otras formas de ómicron, incluyendo fiebre, tos, congestión nasal, fatiga, dolor de garganta y, en ocasiones, pérdida del gusto o del olfato. No obstante, se ha detectado que puede producir cuadros más severos en personas con inmunodeficiencias.
Frente al aumento de infecciones, el gobierno tailandés ha reforzado su campaña de vacunación, promoviendo especialmente las dosis de refuerzo en personas vulnerables.
También se han reintroducido medidas preventivas como el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados y el fomento del distanciamiento social.
El virólogo tailandés Yong Poovorawan advirtió que la XEC está desplazando rápidamente a otras variantes anteriormente comunes en el país, lo que resalta la importancia de mantener una vigilancia epidemiológica activa y ajustar continuamente las estrategias sanitarias.
Las autoridades insisten en la importancia de mantenerse al día con el esquema de vacunación, incluidas las dosis adicionales. Además, recomiendan usar mascarilla en sitios con aglomeración, lavarse las manos con frecuencia y evitar lugares concurridos.
Quienes planeen viajar a Tailandia deben informarse sobre las medidas sanitarias en vigor, así como cumplir con los requisitos de vacunación y pruebas diagnósticas que puedan estar implementados.