
Esta fecha fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el propósito de sensibilizar a la población sobre el papel fundamental que desempeña la biodiversidad en la vida humana y la urgencia de protegerla para garantizar el bienestar de las próximas generaciones.
En diciembre de 2022, se aprobó el Marco Mundial Kunming-Montreal, también conocido como el Plan de Biodiversidad, cuyo objetivo principal es detener y revertir la pérdida de la naturaleza en un período de 25 años.
Este plan contempla 23 metas para alcanzar en 2030 y cuatro objetivos a largo plazo para 2050. Entre ellos se incluyen la restauración del 30% de los ecosistemas, la reducción del desperdicio alimentario en un 50% y la movilización de al menos 200.000 millones de dólares anuales para promover acciones favorables a la biodiversidad.
En 2025, esta conmemoración tendrá como lema «Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible», un mensaje que subraya la necesidad de vincular el Plan de Biodiversidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que ambos deben avanzar de forma conjunta.
Este lema también transmite un mensaje urgente: el tiempo corre, y en 2025 solo restarán cinco años para cumplir con las metas trazadas tanto en el Plan de Biodiversidad como en la Agenda 2030.
La biodiversidad, también conocida como diversidad biológica, hace referencia a la gran variedad de organismos vivos y a las diferencias genéticas entre especies de animales, plantas y microorganismos que habitan en los ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que sustentan la vida en el planeta. El término biodiversidad comenzó a utilizarse en 1985, durante un foro internacional celebrado en Estados Unidos.
Este acuerdo internacional se firmó en 1992 durante la Cumbre para la Tierra organizada por la ONU, y fue ratificado por 196 países. Su finalidad es promover la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad en todo el mundo.
La idea central es fomentar un modelo de vida más justo y equitativo, donde los recursos naturales estén mejor distribuidos y puedan beneficiar a quienes hoy enfrentan hambre, pobreza y falta de oportunidades.
La pérdida de biodiversidad no solo afecta al medio ambiente, sino que también pone en riesgo el bienestar humano. Por ello, se requieren acciones urgentes y contundentes para proteger los ecosistemas y las especies que los integran.
En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, uno de los grandes retos de la humanidad es mejorar las condiciones de vida en todo el mundo. En este proceso, la biodiversidad es clave, ya que de ella depende el desarrollo económico, social y cultural necesario para satisfacer las necesidades básicas de las personas.