
El 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, una fecha establecida oficialmente en 1946 por 61 Estados miembros de las Naciones Unidas.
Esta jornada se celebra para destacar que la salud es un derecho fundamental que debe estar al alcance de todas las personas, sin importar su ubicación geográfica o situación económica, especialmente aquellas que viven en condiciones vulnerables.
El 22 de julio de 1946, delegados de 61 países miembros de la ONU, junto con representantes de otras diez naciones, firmaron la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual entró en vigor en 1948.
Posteriormente, en 1950, la Segunda Asamblea Mundial de la Salud decidió instaurar el 7 de abril como el Día Mundial de la Salud, en conmemoración de la fundación de la OMS. Desde entonces, cada año se celebra esta fecha con distintas campañas temáticas.
Lema del Día Mundial de la Salud 2025
El lema escogido para el año 2025 es: «Comienzos saludables, futuros esperanzadores».
Esta campaña anual está centrada en la salud de las madres y los recién nacidos, reconociendo que su bienestar constituye la base de familias y comunidades saludables, y contribuye a construir un porvenir lleno de esperanza. El objetivo principal es asegurar la supervivencia y el desarrollo tanto de mujeres como de recién nacidos.
Se hace un llamado a los gobiernos y al sector sanitario para redoblar esfuerzos en la prevención de muertes evitables durante el embarazo y el parto, y en mejorar la atención integral a largo plazo para las mujeres. Asimismo, la OMS y sus aliados promoverán información y recursos que apoyen embarazos saludables, partos seguros y un mejor cuidado en el período posnatal.
La Organización Mundial de la Salud define la Cobertura Sanitaria Universal como el acceso equitativo de todas las personas a servicios de salud esenciales cuando los necesiten, sin que ello implique una carga económica excesiva.
En los últimos años, las campañas de la OMS han buscado garantizar que la atención médica llegue a todos los rincones del mundo, permitiendo que las personas puedan recibir servicios de salud dentro de sus comunidades y de forma asequible, mejorando así su calidad de vida.
No obstante, aún hoy, al menos la mitad de la población mundial carece de acceso adecuado a servicios de salud. Muchas personas se ven obligadas a elegir entre su bienestar y necesidades básicas como alimentación o vivienda.
¿Cómo cuidar nuestra salud y la del planeta?
Durante la pandemia de COVID-19, numerosos países implementaron medidas de confinamiento, resaltando la importancia de la salud colectiva y la necesidad de actuar para proteger tanto a las personas como al medio ambiente.
Acciones desde el ámbito gubernamental:
-Establecer políticas que promuevan el uso de energías limpias y reduzcan el desperdicio de alimentos y residuos plásticos.
-Fomentar el uso del transporte público con bajas emisiones de carbono.
-Crear más espacios verdes como parques urbanos.
-Asegurar la disponibilidad de agua potable en centros de salud.
-Impulsar ciclovías y espacios peatonales seguros.
-Adoptar fuentes de energía renovables.
Compromisos del sector empresarial:
-Garantizar agua potable para los empleados.
-Facilitar el teletrabajo.
-Apoyar la lactancia materna en el entorno laboral.
-Promover el ahorro de energía en oficinas.
-Fabricar o adquirir productos reutilizables o reciclables.
Responsabilidades individuales:
-Mantener una alimentación balanceada, evitando productos ultraprocesados.
-Realizar actividad física de forma regular.
-Evitar el consumo de alcohol y drogas.
-Utilizar transporte activo como caminar o andar en bicicleta.
-Practicar una buena higiene personal diaria.
-Apagar luces innecesarias en el hogar.
-Gestionar adecuadamente el estrés y mantener una rutina de sueño saludable.
-Evitar la automedicación.
-Usar cinturón de seguridad y casco al conducir o circular en bicicleta.
-Asistir a chequeos médicos periódicos.