
Uno de los efectos derivados del aumento de las temperaturas y la sequía en el país es la mayor presencia de insectos, lo que ha llevado a un incremento en los casos de picaduras. En este contexto, el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud reporta un significativo aumento en el último año, por lo que es fundamental reforzar las medidas de prevención para evitar mordeduras o picaduras.
Según los registros oficiales, hasta la semana 11 de 2025 se han contabilizado 345 casos de picaduras por araña viuda negra, lo que representa un incremento del 109% respecto a los 165 casos del mismo periodo en 2024.
En cuanto a la araña violinista, se han registrado 81 casos, cifra que supera en 68.7% los 48 reportados en el mismo lapso del año anterior. Para otras especies de arañas, se han documentado 593 casos, es decir, un aumento del 64.7% en comparación con los 360 casos de 2024.
En lo que respecta a picaduras de alacranes, el sector salud ha atendido 40,628 casos hasta la semana 11 de 2025, una cifra ligeramente menor a los 43,409 casos del mismo periodo del año anterior. Por otro lado, las picaduras de otros animales ponzoñosos han aumentado considerablemente, alcanzando 2,467 casos, un número siete veces mayor que los 349 reportados en 2024.
El número de casos relacionados con picaduras de otros artrópodos también ha mostrado un incremento notable. Hasta la semana 11 de 2025, se han registrado 581 casos, lo que representa más del doble en comparación con los 271 incidentes reportados en el mismo periodo del año pasado.
Aunque este problema no está directamente vinculado al calor, sí se asocia con la pérdida de biodiversidad, la reducción de áreas verdes y la deforestación. Hasta la fecha mencionada, se han reportado 1,522 casos de picaduras de abeja, un número significativamente mayor en comparación con los 594 casos registrados en 2024. Asimismo, los incidentes con avispas han pasado de 96 a 237 casos en el mismo periodo.
El reporte oficial también evidencia un incremento en las mordeduras de serpientes. En el caso de la serpiente de cascabel, se han documentado 64 casos hasta la semana 11 de 2025, superando los 46 registrados en el mismo periodo de 2024. Para la serpiente coral, los incidentes han aumentado de 11 a 24 casos, mientras que las mordeduras de otras especies de serpientes han pasado de 115 a 174 casos en el mismo periodo.
El notable aumento en los casos de mordeduras de arañas y otros animales ponzoñosos en 2025 refleja un cambio en la dinámica de riesgo, lo que subraya la necesidad de fortalecer las campañas de prevención y atención médica en las zonas de mayor incidencia. Este fenómeno pone en evidencia cómo el cambio climático y la pérdida de biodiversidad afectan la vida cotidiana y la salud pública.