
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha facilitado la integración de más de 50.000 refugiados y solicitantes de asilo en comunidades mexicanas, promoviendo la inclusión y solidaridad desde la implementación de un programa en 2016.
Según Giovanni Lepri, Representante de ACNUR en México, el país se ha convertido en un lugar donde quienes huyen de sus países pueden hallar estabilidad y reconstruir sus vidas con dignidad. Esto es posible gracias a un sólido sistema de asilo y un marco legal que permite su integración efectiva.
El Gobierno de México ha brindado refugio a más de 50.000 personas que han llegado al sur del país, facilitando su reubicación en ciudades industriales mediante el Programa de Integración Local de ACNUR. Esta iniciativa se lleva a cabo en coordinación con autoridades federales y locales, así como con empresas del sector privado.
Quienes han participado en este programa han logrado establecerse con éxito gracias al acceso a empleo formal, educación, salud y vivienda, lo que, a su vez, ha facilitado su proceso de naturalización como ciudadanos mexicanos.
Lepri destacó que, con el apoyo adecuado, los refugiados pueden integrarse plenamente en México y aportar al desarrollo de sus comunidades de acogida. Los datos recopilados confirman la efectividad de este proceso.
El desplazamiento forzado en América sigue siendo alarmante, impulsado por la violencia, la persecución, la inseguridad y las violaciones a los derechos humanos, además del impacto de desastres naturales. Según ACNUR, a mediados de 2024, había 20,3 millones de personas en la región en situación de desplazamiento forzado o en necesidad de protección y asistencia internacional. La mayoría permanece en América Latina y el Caribe, donde gobiernos y comunidades trabajan en su inclusión y protección.
En este contexto, el Programa de Integración Local de México ha sido fundamental para la reconstrucción de vidas. Con el respaldo de más de 650 empresas, los refugiados han podido contribuir a la economía mexicana, generando un aporte fiscal anual de 15 millones de dólares.
Finalmente, ACNUR hace un llamado a los donantes para que sigan invirtiendo en soluciones duraderas para los refugiados, asegurando que México continúe siendo un país donde las personas desplazadas puedan encontrar seguridad y estabilidad.