
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves su decisión de aplicar «aranceles recíprocos» a otros países, intensificando la disputa comercial a nivel global.
«Si nos imponen un arancel o un impuesto, responderemos con la misma medida, así de simple», declaró el mandatario republicano desde el Despacho Oval. Además, afirmó que, en términos comerciales, los aliados del país suelen representar un desafío mayor que los propios adversarios. «Queremos condiciones equitativas», añadió.
De acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca, esta política busca igualar las tasas impositivas más elevadas aplicadas por otras naciones y contrarrestar barreras comerciales no arancelarias, como regulaciones estrictas, impuestos al valor agregado, subsidios gubernamentales y políticas cambiarias que dificultan la entrada de productos estadounidenses en mercados extranjeros.
Trump reconoció que esta medida podría generar un incremento en los precios, aunque confía en que, con el tiempo, estos disminuirán. Así lo expresó durante la firma de un documento que establece directrices para la implementación de su estrategia arancelaria. Este enfoque también tiene la finalidad de abrir negociaciones con ciertos países para reducir dichas barreras comerciales.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha promovido la idea de aplicar a los productos importados los mismos aranceles que estos países imponen a las exportaciones estadounidenses. Esta estrategia afecta principalmente a economías emergentes como Brasil y Tailandia, que protegen sus mercados con tarifas elevadas.
Un ejemplo de ello es India, cuyo primer ministro, Narendra Modi, visitará la Casa Blanca este jueves. India impone un arancel del 25% a los automóviles estadounidenses, lo que podría llevar a EE. UU. a aplicar la misma tasa a los vehículos indios.
Trump ya había anunciado previamente aranceles adicionales del 10% sobre productos chinos y del 25% sobre el aluminio y el acero. Su estrategia comercial, que prioriza los intereses de Estados Unidos, ha impactado a varios países latinoamericanos, especialmente Brasil, México y Argentina.
El arancel del 25% sobre el acero, aluminio y sus derivados se implementará sin excepciones, afectando incluso a Canadá y México, que anteriormente estaban exentos. Estos dos países enfrentan además la posibilidad de nuevos aranceles si no alcanzan acuerdos en temas como la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo, un opioide que ha generado una crisis en Estados Unidos.
Trump considera que los aranceles son una herramienta clave para fortalecer la economía del país. Su intención es utilizarlos no solo para financiar recortes fiscales y reducir el déficit comercial, sino también como un medio de presión. «Si nos cobran, les cobramos», ha señalado en repetidas ocasiones.