
El 31 de enero se conmemora el Día Internacional de la Cebra, una fecha dedicada a la conservación de esta especie con el fin de proteger sus poblaciones.
A nivel mundial, existen tres tipos de cebras:
-Cebra de llanura
-Cebra de Grévy
-Cebra de montaña
De estas, la cebra de Grévy está catalogada como especie en peligro de extinción y figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas. Su hábitat se encuentra en Etiopía y el norte de Kenia.
Aunque las cebras de las llanuras mantienen una población estable, la cebra de montaña, que habita en Sudáfrica, Angola y Namibia, ha sufrido una drástica reducción debido a la caza.
Estos animales pertenecen a la familia de los équidos y se distribuyen en praderas abiertas y sabanas del este y sur de África. No suelen encontrarse en zonas desérticas, selvas o humedales.
A diferencia de los caballos, las cebras poseen un pelaje con distintivas rayas blancas y negras. Además, su comportamiento salvaje y su tendencia a la evasión o agresividad hacen que no sean aptas para la domesticación.
Esta efeméride busca generar conciencia sobre la relevancia ecológica de las cebras y alertar sobre las amenazas que enfrentan, principalmente la pérdida de su hábitat.
Según el Zoológico de Nikolaev en Ucrania, la fecha fue establecida por diversas organizaciones conservacionistas, entre ellas el Zoológico Nacional del Smithsonian y el Instituto de Biología de la Conservación.
El propósito de las rayas de las cebras sigue siendo un tema de debate entre los científicos. Algunas hipótesis sugieren que:
-Ayudan a regular la temperatura corporal.
-Protegen contra insectos como los tábanos y confunden a los depredadores.-Facilitan la identificación individual dentro de su grupo, ya que cada cebra tiene un patrón único.