
A cinco años del inicio de la pandemia de COVID-19, en 2024 se lograron avances notables en la contención del virus, aunque persisten retos que exigen una atención constante. Hacia finales de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un panorama global basado en datos actualizados, abordando cifras de casos confirmados, mortalidad, avances en vacunación y riesgos potenciales para 2025.
De acuerdo con la OMS, hasta diciembre de 2024 se contabilizaron más de 700 millones de casos confirmados de COVID-19 en el mundo, con un acumulado de aproximadamente 7 millones de fallecimientos desde el inicio de la pandemia.
Durante este año, la incidencia de nuevos casos disminuyó en comparación con años previos, gracias a las campañas de vacunación masiva y las medidas de salud pública implementadas en diversas regiones. Sin embargo, se registraron repuntes en zonas con baja cobertura de vacunación o donde las restricciones se relajaron de forma temprana. En diciembre de 2024 se reportaron 200 mil nuevos contagios y 27 muertes, lo que refleja una reducción significativa en la mortalidad asociada al virus.
La vacunación ha sido clave para controlar la pandemia. A finales de 2023, el 67 % de la población mundial había completado su esquema primario, y un 32 % había recibido al menos una dosis de refuerzo. Durante 2024, se priorizó aumentar estas cifras, especialmente en regiones con menor cobertura vacunal.
Organismos internacionales, como los CDC, recomendaron la aplicación de vacunas actualizadas para 2024-2025 y promovieron la coadministración de la vacuna contra la influenza y COVID-19, sobre todo en grupos de riesgo, para disminuir la carga de enfermedades respiratorias.
Pese a los avances, los especialistas alertan sobre posibles riesgos en 2025, incluyendo brotes vinculados a nuevas variantes o a la disminución de la inmunidad en la población. La OMS ha subrayado la importancia de fortalecer las infraestructuras sanitarias para responder de manera efectiva a futuras emergencias de salud pública.
El virólogo Jonathan Ball indicó que el escenario de 2025 podría ser similar al de 2024, destacando la necesidad de vigilancia constante y estrategias adaptables ante posibles brotes.
Las autoridades sanitarias instan a la población a mantenerse al día con las vacunas, incluidas las dosis de refuerzo actualizadas para el periodo 2024-2025, especialmente en personas mayores, pacientes con comorbilidades y personal de salud. Asimismo, se recomienda continuar con medidas de prevención como el uso de mascarillas en áreas de alta transmisión, higiene de manos y distanciamiento físico cuando sea necesario.
El año 2024 marcó importantes progresos en la lucha contra el COVID-19, pero el virus sigue representando un desafío. Es crucial mantener las estrategias de prevención y vigilancia para enfrentar eficazmente los retos que puedan surgir en el futuro.